El artista que es innato
de genuinos resplandores
debe enseñar su don grato
en pos de nuevo valores.
Un dueño de atribuciones
en arte, cultura y ciencia
por ser tan divina esencia
se merece promociones.
Si demuestra creaciones
desde espíritu sensato
es auténtico retrato
de persona con valía,
pues luce sabiduría
el artista que es innato.
II
Del caudal que se ha forjado
irradia su noble vía
sin precisar maestría
ni tampoco doctorado.
Por sus genes que ha heredado
entre sagrados candores
emite propios fulgores
que el universo atesora,
es que genera una aurora
de genuinos resplandores.
III
Puede haber profesionales
y ser generoso artista
más sin afán elitista
descubrir más potenciales.
De no haber con grados tales
acudir al hombre nato
que sin fijarse un estrato
direcciona inspiraciones,
ajeno a limitaciones
debe enseñar su arte grato.
IV
Así como natural
a sus dones le dio forma
puede usar la misma norma
para formación total.
Por su talento genial
y cualidades mayores
puede forjar más autores
motivando trascendencia,
asi delega sapiencia
en pos de nuevos valores.
V
El alumno más aprende
sí tiene al frente a un maestro
al ser un humano diestro
toda su gama le extiende.
Su sabia ruta propende
y acrecienta su visión
más consigue proyección
de su proyecto atractivo,
pues todo ser creativo
despierta la admiración.
VI
Para el baluarte es honor
ver los rostros juveniles
a tan novatos perfiles
le pone magia y color.
Al afán multicolor
con afecto satisface
y al ofrendar lo que place
hay artístico nacer,
pues solo brinda saber
el ejemplo de lo que hace.