Las humanistas virtudes
que deparan calidez
se vuelven ineptitudes
si hay vacía solidez.
Todo ser que habita el mundo
tiene dones especiales
y da aportes a raudales
por su horizonte fecundo.
Con un afecto profundo
despeja las inquietudes
venciendo vicisitudes
que en el orbe proliferan,
buen horizonte generan
las humanistas virtudes.
II
Si hay equidad a conciencia
y se tiene un objetivo
con acento positivo
a la entraña se potencia.
Motivada es la esencia
ajeno a desfachatez
lográndose placidez
en diferentes senderos,
se obtienen los derroteros
que deparan calidez.
III
Más si a todo el esplendor
anteponen intereses
le da paso a los reveses
que aparecen del error.
Opaca el resplandor
por débiles actitudes
y sin nobles magnitudes
luce más que necedades,
pues lo que eran cualidades
se vuelven ineptitudes.
IV
Si hay falsedad en la acción
queda sin base el castillo
y se apaga todo el brillo
que le daba posición.
Pierde altura su misión
frente a escasa nitidez
por la visible estrechez
solo abarca incompetencia,
no luciendo trascendencia
si hay vacía solidez.
V
Se puede estar en la cumbre
más si hay falla en la ocurrencia
a la nada lo sentencia
y aflora la incertidumbre.
Teniéndose pesadumbre
en diferentes aspectos
sin los espacios selectos
no hay sentidos resolutos,
al ya no ser atributos
son censurables defectos.
VI
En tanto el valor sensato
está presente en la cima
es razón de buena estima
si el sentimiento es innato.
Depara un entorno grato
más si solo es ilusión
pasajera es su visión
por fantasiosa eficiencia,
ante aparente eminencia
es uno más del montón.