Soy el que a diario te ve
en el recuerdo infinito
es que en mi ser eres hito
que difícil borraré.
Estás vibrante en mi fe
si hasta sueño en abrazarte
y del alma acariciarte
con mi romántico esmero,
pues no mentir, considero
que te he olvidado, afirmarte.
II
Al ser idilio imponente
que nos unió en un instante
lo rememoro fragante
porque vives en mi mente.
Te llevo a diario presente
en toda tu inmensidad
y en honor a tu bondad
entre orfandad me trastoco,
más decir que no te evoco
sería una falsedad.
III
Se que has formado tu hogar
y en verdad te felicito
ahogándose mi grito
de que ese era mi lugar.
Yo te puedo perdonar
pero jamás reemplazarte
sí de mi alma tu eres parte
que un afecto consolida,
más debes saber mi vida
voy que muero por amarte.
IV
Pasó el tiempo indetenible
y siento que más te adoro
porque tú eres mi tesoro
por maravilla increíble.
Tu cariño inmarcesible
dejó huella en mi heredad
es que tú eres fiel deidad
que hasta en mi sueño te llamo,
repetiría que aun te amo
si hubiera oportunidad.
V
Por tu manera de ser
luciendo inocencia pura
ante febril hermosura
eres muy bella mujer.
Cual un tierno amanecer
despertabas mi pasión
y era tanta la emoción
pues evitaba desearte,
que hoy ya no puedo arrancarte
de mi triste corazón.
VI
Los años tras reales huellas
de tu faz rastros se notan
más los versos en mi brotan
evoco tus formas bellas.
Para ti anhelo que estrellas
te den aires de beldad
y honrando tu calidad
en escribirte me atrevo,
es que en mi sangre te llevo
por quererte de verdad.