Se puede amar en el mundo
con infinita pasión
prodigando albor fecundo
sin la exageración.
Simboliza en el humano
la perfecta comunión
es que genera la unión
un exacto don galano.
Cual un cariño de hermano
en escenario profundo
que da luz en un segundo
y a la entraña reverdece,
a todo el que se merece
se puede amar en el mundo.
II
Llega sin que se le llame
hasta ingresa casualmente
se posiciona en la mente
sin que ninguno reclame.
No es preciso se le aclame
pues nace del corazón
transforma hasta la visión
en el espacio correcto,
demostrándose el afecto
con infinita pasión.
III
Hace los días hermosos
un momento inolvidable
el cariño perdurable
por senderos generosos
Forja los rumbos preciosos
donde no hay el iracundo
que muy lejos del inmundo
adquiere su consistencia,
pues conlleva la existencia
prodigando albor fecundo.
IV
Se puede amar a los hijos
a la esposa o los padres
pero siempre al de la madre
por sus candores prolijos.
Tales apegos son fijos
en toda generación
y contagia la emoción
que solo el abrazo calma,
queriéndolo con el alma
sin la exageración.
V
Es un verbo planetario
pues se aplica en cada acción
base es de la misión
porque irradia un corolario.
Genera un grupo unitario
tras comprobada realeza
y por grácil entereza
permite energía expanda,
más no se hace propaganda
de lo que irradia pureza.
VI
Es un valor infinito
generando proyección
afirma la relación
y en la historia marca un hito
Por nada es halo fortuito
se cultiva en la heredad
ofrenda felicidad
pues de espíritu es aliento,
al ser mayor sentimiento
que une a la humanidad.