Al ser vibrante existencia
Por testigo presencial
Se el aroma de tu esencia
En el espacio vital.
Fue por obra del destino
que llegara a conocerte
y de inicio comprenderte
por tu espíritu genuino.
De tu norte cristalino
bebí un haz de tu presencia
más me dejaste de herencia
tu carácter de ambrosía,
siendo solaz compañía
al ser vibrante existencia.
II
En flor de tu juventud
con esperanzas vestiste
que enseñanza recibiste
ansiosa de mi virtud.
Afianzaste tu aptitud
en espacio sideral
embrujando tu caudal
de emociones placenteras,
conociendo tus quimeras
Por testigo presencial.
III
Fui tu asiduo confidente
por jornadas deleitantes
y de efectos contagiantes
en llamarada silente.
Me diste brisa envolvente
del altar de tu conciencia
y feraz efervescencia
que en mi entraña tomó vuelo,
más por cercano a tu anhelo
sé el aroma de tu esencia.
IV
Por tan grácil cercanía
unida al desprendimiento
guardo el arrullo del viento
que en tus cabellos había.
Tengo un haz de tu alegría
en mi sendero especial
y en mi ruta sin final
hay el brillo de tu euforia
pues te evoco de memoria
en el espacio vital.
V
Pleno de romanticismo
te mostrabas al instante
y tu figura fragante
era fuente de optimismo.
Denotabas dinamismo
desde tu aureola solaz
el resplandor de tu faz
era un mundo de pasiones,
que laten tus ilusiones
en mi remanso de paz.
VI
Algo más que una amistad
nos unió desde el inicio
lo considero a mi juicio
fue un albor de tu bondad.
Por tu generosidad
y tras aurora genuina
fuiste la estrella divina
motivando mis empeños,
que en el cofre de mis sueños
guardo tu voz cristalina.