En el político Estado
Quien mandata instituciones
El arte no es valorado
En sus reales dimensiones.
Por la esfera de gobierno
Se da espacio al estadista
Pero al connotado artista
No se da un lugar fraterno.
Tras horizonte moderno
nunca le es considerado
Y rara vez es llamado
Así sea resoluto,
es vedado el atributo
desde político Estado.
II
Puede ser una eminencia
O tal vez superdotado
Pero si en contra ha votado
Al olvido es la sentencia.
A sus dones no potencia
ni le dan atribuciones
Más sufre postergaciones
Y la gloria no conquista,
Pues solo hay materialista
Quien mandata instituciones
III
Si luce capacidades
de su real preparación
Ni le pestan atención
Así tenga propiedades.
Se le opaca sus bondades
Para nada es mencionado
Más que nada es señalado
como de baja vertiente,
por quien finge de exponente
El arte no es valorado.
IV
Igual que necio farsante
El valor es maltratado
Y nunca es seleccionado
Para algún puesto importante.
Ni a su record fascinante
Le distinguen proporciones
sufriendo hasta humillaciones
sin que se cumpla
su anhelo,
Es tirado por el suelo
En sus reales dimensiones.
V
Se le da mayor altura
A ciencia y humanidades
Y no hay tal formalidades
Con la estética tan pura
Si lo que irradia es cultura
Bajo afán multicolor,
trasmitiendo su candor
Por humano complaciente,
Es que hay el sabio excelente
Sin artístico furor.
VI
Conviene el feraz baluarte
Por su magnífico aporte
Otro ser no da buen norte
Y el pueblo no lo comparte.
Su genialidad departe
Con afecto positivo
Pero trunca el conflictivo
Mostrando su mezquindad,
Es que la creatividad
No es un don del negativo.
