En la vida cotidiana
el imprevisto es a diario
solo hay que ponerle gana
para hacer lo necesario.
Le sucede a la persona
de acuerdo a su ocupación
ocurre tal situación
que al inerte lo arrincona.
Hay el acto que emociona
o la hiel del que se ufana
la ira del que se allana
ante el fulgor imposible,
sucediendo lo increíble
en la vida cotidiana.
II
Contra todo lo correcto
hay el fuera de razón
que con malsana opinión
vale el ser por su defecto.
No avala distinto aspecto
sobre todo al solidario
y con afán pecuniario
da cabida a pareceres,
más por distintos quehaceres
el imprevisto es a diario.
III
Surge el terco semejante
que por hacerse visible
con falsedad increíble
se connota de brillante.
Marcha por siempre adelante
tras picardía galana
y con su fuerza inhumana
a lo serio lo hace un mito,
piensa que ante lo inaudito
solo hay que ponerle gana.
IV
Ingresa a todo problema
tenga o no las condiciones
generando imposiciones
así no conozca el tema.
Acepta todo sistema
sin saber el corolario
y así tenga o no prontuario
no es quizá de lo mejor,
el criterio superior
para hacer lo necesario.
V
Por cuestiones diferentes
de lo cual es manejable
dar la voz inmarchitable
sin elevarse las frentes.
Ante notas deficientes
preferible es proyección
y sin nada de ambición
se hable con verbo del alma,
tomando todo con calma
en aras de solución.
VI
De ninguno hay que llevarse
Siendo muy original
y sin ser fuente del mal
es mejor el programarse.
Sobre todo prepararse
previniendo con altura
y respetando cordura
imponer transformaciones,
asumiendo decisiones
con la más noble mesura.