Al darte mi dulce trino
En memoria a tu bondad
Tendrás norte cristalino
Ajeno a la soledad.
De acuerdo a tu decisión
diseñaste tu sendero
a tu forma, un derrotero
diste paso en tu misión.
Mal o buena tu elección
forjaste rumbo genuino
no fue un cambio repentino
más propio del que disfruta,
no habrá silencio en tu ruta
al darte mi dulce trino.
II
Tu sangre engendró latidos
te dio horizonte el saber
el afecto sin placer
forjó espacios encendidos.
Los instantes desprendidos
opacaron tu orfandad
pero frente a realidad
tan bello no se hizo el día,
que te daré melodía
en memoria a tu bondad.
III
La dicha no irradia el oro
ni temporal compañía
hay un vacío en la vía
donde hace falta decoro.
El cariño es un tesoro
sí crea mutuo camino
pues si fuera desatino
y sin la unión tan soñada,
con mi fuerza en tu avanzada
tendrás norte cristalino.
IV
Por ser de esencia lo mío
es un candor de pureza
en honor a tu realeza
intento borrar tu estío.
Se impone al ambiente frio
y hace honor a tu verdad
que pleno de propiedad
ley es al anochecer,
siendo al fin tu amanecer
ajeno a la soledad.
V
Por tanto ven que te quiero
pues si anhelas ser feliz
he de borrar tu desliz
mediante amor verdadero.
Lo único que prefiero
es cimentar tu emoción
y sentir la vibración
tras la entrega de mi alma,
viviendo en la plena calma
de tu fiel realización.