Al sufrir un atentado
con absoluta crueldad
se considera pecado
quien denuncie la verdad.
Ante la inmoralidad
no falta el hombre sincero
que ante el dolo del rastrero
denota incomodidad.
Si enfoca bien la verdad
de improviso es suplantado
inclusive eliminado
obviando que el pueblo estalla,
más siempre alguno se calla
al sufrir un atentado.
II
El que busca la justicia
le salen mil destructores
y le infunden sus temores
sin que muestre la inmundicia.
Quien goza de real pericia
por sutil honestidad
lo que ansía es claridad
más se le opaca su fuente,
atacándolo vilmente
con absoluta crueldad.
III
El que está en la corrupción
no le gusta lo publiquen
y ni siquiera critiquen
con malicia de su acción.
Es total difamación
anunciar lo que ha pasado
debiera ser encerrado
si cordura no resalta,
pues si comenta en voz alta
se considera pecado.
IV
Donde yerra el poderoso
quien metiese la nariz
es cometer un desliz
para el que es facineroso.
Se le tilda presuroso
de correr sin propiedad
y por ser atrocidad
a favor será testigo,
pues se logra un enemigo
quien denuncie la verdad.
V
El que decirlo se atreve
Su fiel latido peligra
y al humano se denigra
que su misma sabia bebe.
Lo que expresarlo no debe
si se expone en libertad
sepulta su identidad
siendo al fin discriminado,
acabará ajusticiado
así guarde lealtad.