Cuando hay falta de conciencia
a los más altos señores
lo consume la imprudencia
cual si fueran perdedores.
El saber no garantiza
una conducta moral
pues la sapiencia es vital
pero fe no patentiza.
La cordura se eterniza
si hay humana consistencia
más un acto de apariencia
a la falsía equivale,
que ni el grado mucho vale
cuando hay falta de conciencia.
II
Por amplio conocimiento
o la real sabiduría
si en el alma hay fuerza impía
siempre hay rasgo de talento.
Más que sea un buen portento
al cultivar los valores
y que no cometa horrores
por su mentira malsana,
que se mira sin mañana
a los más altos señores.
III
Por eso el intelectual
hoy delinque sin razón
hasta llega a la prisión
como un oscuro mortal.
Es que a todo ser genial
lo distingue su eficiencia
pero a veces no potencia
a su entraña negociable,
más si el sabio es manejable
lo consume la imprudencia.
IV
Si hay combina con el mal
siempre yerra el erudito
en un segundo fortuito
abre ruta hacia el penal.
Más si el grupo no es legal
por sus propios sinsabores
se someten a furores
con su pronto anochecer,
transformándolo el poder
cual si fueran perdedores.
V
Por eso que el desarrollo
si no es total en la vida
ni un umbral se consolida
y se origina el embrollo.
Hay por eso tanto escollo
marginando la esperanza
que ni la fiel enseñanza
le da al ser feraz altura,
al no haber grácil postura
poco existe la confianza.