La dicha no da la plata
ni los bienes materiales
reside en destreza innata
de compartir ideales.
Para mayor placidez
no basta ser millonario
si es el hombre solidario
es crisol de calidez.
Más si es que no hay solidez
a la vibra se le mata
y si cambio no se acata
se esfuman pasos triunfales,
pues éxitos por mentales
la dicha no da la plata.
II
No es lujosa propiedad
o el lujo sofisticado
que lleva a ser realizado
denotando cualidad.
Tan solo es comodidad
por momentos especiales
más no te aleja los males
o la nube de la escoria,
en el oro no hay la gloria
ni en los bienes materiales.
III
En los dotes más costosos
o en la envidiable mansión
no reside la obtención
de un mañana venturoso.
Resultando receloso
el mismo ser se delata
y por su inercia insensata
se oscurece su conciencia,
si el altar de la excelencia
reside en destreza innata.
IV
Si el que es todo un potentado
hace gala de avaricia
al denotar su codicia
terminará derrotado.
Más si es que ha colaborado
en los eventos sociales
por sus entregas leales
será un faro de amistad,
pues surge la eternidad
de compartir ideales.
V
Frente a la real situación
que para nadie es extraño
no es correcto ser tacaño
ni cultor de la ambición.
Más bien predisposición
De compartir libertad
y en base a la honestidad
irradiar sutil talento
al haber desprendimiento
nace la felicidad.