Desde que estoy en el mundo
Entre alegría y tristeza
Se torna mi ser fecundo
Por creativa realeza.
El arte ya en mi niñez
Se enraizaba en mi conciencia
Y a mí entraña la potencia
brindándome placidez.
Surgía en mi candidez
Con un afecto profundo.
Embriagándome al segundo
que lo escrito desde niño,
le agarré tanto cariño
Desde que estoy en el mundo.
II
Mi ilusión de juventud
Fue forjando inspiración
Y mi verso en oración
Se convertía en virtud.
Le di paso a mi aptitud
Con muy genuina entereza
Pues con toda sutileza
Le dio un espacio a m trino,
Generando un don genuino
Entre alegría y tristeza.
III
En mi horizonte solaz
Surge un innato bagaje
Mi poesía es mensaje
tanto de amor y de paz.
Brillaba en mi norte un haz
De trova que no confundo
Junto a hiel del iracundo
Y cercano a mi existencia,
Sin contagiar mi vivencia
Se torna mi ser fecundo.
IV
En el teatro de la vida
Al ser connotado actor
Se del sufrir y dolor
Que el desatino convida.
Mi esencia tan desprendida
Ajeno a toda vileza
Y adornada con destreza
de mi fuerza espiritual,
Aun no llega a su final
Por creativa realeza.
V
Pude amar y ser amado
Y es tán duro imaginar
que es difícil de olvidar
Tal sentimiento sagrado.
Hoy en amical estado
A mi bohemia en la noche
Del artístico derroche
De a poco a ratos me alejo,
Que por ser de rumbo añejo
Estoy que le pongo broche.
VI
Sublima mi soledad
De la estrofa, compañía
Y me pinta una ambrosía
Que no siento mi orfandad.
No hay sitio a la mezquindad
Tan solo albor encendido
más anhelo un real latido
Para ordenar invenciones,
Después de cumplir visiones
con la misma me despido.
