Quien acepta lo ocurrido
sin un cambio existencial
de a cuenta que no ha vivido
si no se exime del mal.
Por habitante del mundo
y sagrada la vivencia
si hay sólida competencia
el horizonte es profundo.
No adaptarse a lo infecundo
dando a todo buen sentido
que lo oscuro sucedido
tenga justificación,
merece meditación
quien acepta lo ocurrido.
II
Todo ser es un valor
que de las fallas aprende
más sin en nada lo propende
fenece el grácil candor.
Hay que elevar el furor
de una conducta cabal
ni por ser acto ancestral
desechar lo no correcto,
porque sería defecto
sin un cambio existencial.
III
No confundir el amor
con el sexo o interés
siempre termina en revés
pues amar es un honor.
Diseñar el esplendor
bajo un lucero encendido
y con tono desprendido
al fiel cambio se concite,
más si todo lo repite
de a cuenta que no ha vivido.
IV
Ajeno a lo negativo
construir la diaria acción
sin buscarle la razón
a lo que no es positivo.
Cada acción sea motivo
de una huella sin igual
con ejemplo en especial
cual radiante primavera,
pues el abismo lo espera
Si no se exime del mal.
V
Tan solo porque es costumbre
-o a nadie importa lo mío –
no caer en el vacío
apagando gratas lumbres.
Si originó pesadumbre
ni exculparse del error
afirmar que se fue actor
pero ya no sigue el drama,
es mejor la fiel proclama
que fingir ser una flor.
