Santa Aída Sardón Flores
hoy del cielo que eres haz
entre infinitos candores
que goces de eterna paz.
De tu Moquegua querida
y a su sol resplandeciente
lo dejaste justamente
por luz celeste encendida.
Pues tu esencia desprendida
con aires multicolores
apagó sus resplandores
poniendo luto a tu historia,
que dios te colme de gloria
Santa Aída Sardón Flores.
II
Fuiste mujer luchadora
con afán perseverante
que tus metas al instante
despertaban con la aurora.
Eras quien rumbo atesora
dando al ser albor solaz
formando en norte capaz
a Pierina, Wendy y Diego,
por tanto dale sosiego
hoy del cielo que eres haz.
III
Con afecto y pundonor
coraje y efervescencia
sacaste a tu descendencia
a la cima del honor.
Le demostrabas amor
y espacios de resplandores
pero al callar tus furores
hay congoja y sufrimiento,
más hondo padecimiento
entre infinitos candores.
IV
Eras mujer muy valiente
sobre todo bien sincera
como nadie, consejera
con tu palabra eficiente.
Noble, sencilla y sonriente
entre el ámbito feraz
y al dar un rumbo veraz
a tu grato alrededor,
en el reino del señor
que goces de eterna paz.
V
En bendito firmamento
estás con Edgar y Elvira
y junto a ustedes suspira
Juanita al darles aliento.
Tan de pronto alejamiento
generando resquemor
motiva el vil sinsabor
un vacío irremplazable,
que pido a dios adorable
calma a nuestro cruel dolor.
VI
Del paraíso sagrado
bríndanos tu bendición
que tu gente en oración
se sentirá consagrado.
Te evocarán ser amado
pues del triunfo eras la fuente
por eso estarás presente
y al dar tu amor cristalino,
Aída junto al divino
descanses plácidamente.