Dos mil veinte anhela el mundo
sin la hiel del egoísta
Que se irradie albor profundo
¡DONDE NO HAYA OPORTUNISTA!
Sea muy de lo mejor
Y el que dice ¡feliz año!
No sea autor del engaño
hacia honesto poblador.
Más conciencia por favor
anulando al iracundo
e imaginando su fundo
Actúa con mezquindad,
si muy pleno de equidad
DOS MIL VEINTE ANHELA EL MUNDO.
II
Aparezca el más sensato
pensando en llenar la olla
más no el que genera argolla
y con la base es ingrato
Ya no más el mentecato
aparentando de altruista
siendo un avaro arribista
Que busca enriquecimiento,
Por tanto que haya el talento
SIN LA HIEL DEL EGOÍSTA.
III
Sin la improvisación
Menos la casualidad
Se consiga potestad
mediante fiel elección.
El adjuntos sin visión
al dar mas que un ser inmundo
Si no cambiase al segundo
No se le otorgue cimiento,
más con real desprendimiento
QUE SE IRRADIE ALBOR PROFUNDO.
IV
Nadie oferte libertad
ni el que silencio negocia
al vil delito se asocia
Sepultando la verdad.
Pues la gris mediocridad
Protege al antagonista
Que simula caudillista
Pero solo es delincuente,
se ansía el más vasto frente
¡DONDE NO HAYA OPORTUNISTA!
V
Los que forman cofradía
acaparando poder
Por su ambicia en el quehacer
Ya que paren su falsía.
Siendo banda de fe impía
al cómplice de ocasión
Le asignen acusación
y a su falta se sancione,
más no haya quien lo ovacione
HONRANDO SU PROFESIÓN.
VI
Sin el sabio inversionista
Más ascendidos a dedo
Desprendido será el ruedo
Para la justa conquista.
No haya el ruin especialista
De visible mezquindad
Y la infinita bondad
En el ser no sea extraño,
a todos el presente año
¡IRRADIE FELICIDAD!
