UN ECO TRISTE DEL ALMA

Por su verbo preciosista
empezó a nacer muriendo
fue un brillante vanguardista
el genial Carlos Oquendo.
 

En su lacustre ciudad
Fue más que un incomprendido
Su vibrante amor dolido
Energizó claridad.
Nació con la cualidad
De ser un imaginista
más de joven ya conquista
con su místico lenguaje,
brindaba hermoso mensaje
POR SU VERBO PRECIOSISTA.
II
Era del verso, adivino
De la metáfora, mago
merecido es noble halago
su concepto tan genuino.
Fue su triunfo repentino
Que su perfil fue imponiendo
y el PERÚ reconociendo
A su poeta inverosímil,
por su destreza en el símil
EMPEZÓ A NACER MURIENDO.
III
La poesía se vistió
Con galas de terciopelo
cual una sombra en deshielo
El modernismo acogió.
Consciente de lo que vio
Se torna mariateguista
Y el ideal socialista
En su genio dejó huella,
a pesar de cruel estrella
FUE BRILLANTE VANGUARDISTA.
IV
Cinco metros de poemas
De célebre intensidad
Marcó la inmortalidad
Con 23 de sus temas.
Entre tertulias amenas
Su humanidad fue cediendo
Y terminó sucumbiendo
En NAVACERRADA un día,
reflejando su ambrosía
¡EL GENIAL CARLOS OQUENDO¡
V
Tras la palabra en concierto
Oculta su apostolado
Pero trasmite un legado
del que no sueña despierto.
Llena de luz al desierto
Con el fuego de su ofrenda
Y hoy permite que se encienda
Un crisol desconocido,
el porqué de tanto olvido
QUIZÁ NUNCA SE COMPRENDA.
 
 
 
 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *