Para vencer el estío
de mi cruel desolación
solo amarte es lo que ansío
contra toda oposición.

Ante aparente bondad
vivo presa del disgusto
es que no me siento a gusto
en razón a mi orfandad.
Te requiero de verdad
mi espíritu está vacío
y en mi entraña siento frío
al saber que estás distante,
que te busco a cada instante
para vencer el estío.
                           II
Que en el mundo no hay remedio
Para el mal que me calcina
y la pena repentina
a mi ser está al asedio.
Más apresado del tedio
solo encuentro imposición
pues sin tu grata expresión
darme consuelo no acabo,
por eso es que soy esclavo
de mi cruel desolación.
III
Me destruye la distancia
junto a la melancolía
y hasta se borra la vía
para acercarme  a  tu estancia.
No percibo tu fragancia
que de todo desconfío
y se nota más que es mío
en  realidad mi abandono,
después de abundante encono
solo amarte es lo que ansío.
                             IV
Si es que insisto en adorarte
es que no hay como tu ser
a tu lado no hay ayer
sólo un tiempo para amarte.
Por eso anhelo encontrarte
culminando nuestra unión
y sin más insinuación
arrullarte con esmero,
diciéndote que te quiero
contra toda oposición.
V
Es así como te observo
del umbral de mi abandono
más por nada vivo a tono
con lo que digo en mi verso.
Eres luna en mi orbe adverso

que me alumbra noche y día
y mi senda al ser impía
a lo vano más detesta
si aceptases mi propuesta
solo a ti yo te amaría.