Todas las horas del año
sé lo que eres para mi
hasta rezo a Dios por ti
que no sufras ningún daño.
Cuando me cuentas de antaño
me vuelvo tu confidente
los recuerdos de tu mente
son destellos de grandezas,
más por tus grandes proezas
eres cual astro imponente.
II
Que nunca nos falte nada
es tu gran preocupación
para cualquier ocasión
tienes la frase apropiada.
Te haces fuego en llamarada
ante horizonte sombrío
te pones fiero y bravío
si la injusticia acrecienta,
siendo cuando no hay tormenta
agua dulce en el estío.
III
En la calle si demoro
piensas en cosas siniestras
a pesar que no demuestras
soy de tu vida, tesoro.
Si por algo me acaloro
me apaciguas suavemente
te acuerdas seguramente
que también tu fuiste niño,
haces gala de cariño
por dar vida intensamente.
IV
Con la palabra absoluta
no eres ni malo ni bueno
acepto que pongas freno
si desviase de mi ruta.
Mi destino no se enluta
por eso es que en ti confío
eres grande como un río
de virtudes colosales,
al tener tus dotes reales
¡Feliz día padre mío!
V
Es un afecto sublime
el amor hacia la madre
tan igual es del padre
porque la pena suprime.
Apenas la prole gime
dejan todos sus asuntos
y merecen veinte puntos
si están unidos los dos,
pues es regalo de Dios
vivir con los padres juntos.