AL NIÑO TRABAJADOR

Solo hay sosiego en el llanto
madura con rapidez
ya no tiene el dulce encanto
por trabajar la niñez.

Ante la crisis aguda
en toda comunidad
el niño de corta edad
obligado brinda ayuda.
La camiseta la suda
para vencer el quebranto
borra su infancia de canto
por impropia ocupación,
que al no tener distracción
solo hay sosiego en el llanto.
II
Deja el trompo, la pelota
o la niña, su muñeca
Y el que tiene mente hueca
con tal cinismo lo explota.
Sin más sueños, hay derrota
más que fina intrepidez
algunos con solidez
ni dejan se le avasalle,
no por gusto en plena calle
madura con rapidez.
III
Multiplica sus labores
o precoz es negociante
otros salen adelante
desde tétricos sectores.
Pierden todos sus valores
en horizontes de espanto
cubierto de oscuro manto
caminan sin inquietud,
más sin flor de la virtud
ya no tiene el dulce encanto.
IV
Lo que padece el pequeño
conocido es de memoria
se le mutila su euforia
más su floreciente empeño.
Sin un espacio halagüeño
no disfruta placidez
y sin haz de calidez
disemina su leal brisa,
no luciendo fiel sonrisa
si trabaja la niñez.
ESTRAMBOTE
Mientras el niño se mata
de vendedor ambulante
la gente del gobernante
le va sobrando la plata.
Con injusta perorata
aparenta dar valía
y ojala que su insania
lo conviertan en cariño,
pudiendo vivir el niño
desbordante de alegría.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *