Vivir solo en un paraje
muy ajeno al modernismo
la soledad del paisaje
incentiva el virtuosismo.
Grato es aislamiento
por muy buena temporada
y sin tal urbe soñada
ordenar el pensamiento.
En la selva de cemento
difícil que el ruido baje
al haber un andamiaje
que perturba la conciencia,
es mágica la experiencia
vivir solo en un paraje.
II
No es tan viable la rutina
del cibernético ambiente
de su encanto dependiente
el razonar elimina.
Lo fantasioso domina
y se opaca el optimismo
más sin tanto dinamismo
todo ser se va alienando,
que hay que ir de vez en cuando
muy ajeno al modernismo.
III
Un campo tiene belleza
río es cautivador
el ande pone color
pues latido se eterniza.
Fiel valle espiritualiza
y te cambia de ropaje
más si emprendes largo viaje
vas con paso decidido
que forja sexto sentido
la soledad del paisaje.
IV
Ser esclavo en distracciones
si bien dan comodidades
mejor es las realidades
de divinas atracciones.
Hay espacios de ilusiones
que parecen espejismos
derrochan su preciosismo
dando una euforia total,
es que sin fe material
incentiva el virtuosismo.
V
Hay hermosura abundante
en toda la creación
y llenan al corazón
de una pasión desbordante.
Mirar la luna brillante
el sol en su plenitud
flora y fauna da inquietud
por su esencia singular,
pues la natura y el mar
desarrolla la actitud.
VI
Conectarse con el suelo
es la fuente de energía
genera sabiduría
y se cumple todo anhelo.
Se siente la paz del cielo
en toda su dimensión
y se afina la visión
más la bruma se despeja,
si más de un tiempo se aleja
para fiel valoración.