EN EL ALTAR DE LA GLORIA

 
 

Fue Manuel C. de la Torre
 en Tarapacá y Arica
quien combatiendo recorre

Por héroe que no claudica.

 
Un hijo era de Raymundo
y doña María Santos
que en Moquegua como tantos
en un abril vino al mundo.
Con un afecto profundo
sin que alguno lo amodorre
como de nada se corre
estudió en La Libertad,
un adalid de verdad
fue Manuel C. de La Torre.
II
De la “u” San Agustín
se gradúa de abogado
con Mercedes ya casado
continuó carrera afín.
Por Tacna siguió su fin
y en un colegio se aplica
el Independencia indica
siendo su vicerrector,
para luego ser valor
en Tarapacá y Arica.
III
La guerra con Chile estalla
más sin que a nadie suplique
segundo jefe es de Iquique
denotando fina agalla.
Desde que la aurora ralla
en el combate socorre
y que de todo se ahorre
cuando es ya el jefe primero,
es por su aplomo certero
quien combatiendo recorre.
IV
Jefe de Estado Mayor
fue de Arica y en su plaza
demostró fiel clase y raza
tras coraje y pundonor.
Más ganando el contendor
y como en nada se achica
su presencia justifica
pero cae prisionero,
en la historia es lo primero
por héroe que no claudica.
ESTRAMBOTE
Después ya de ciudadano
es diputado brillante
buen prefecto y comandante
del ejército peruano.
Coronel nombran de plano
y de Lima es residente
más su única descendiente
Mercedes luz consolida,
pues de una guerra suicida
resultó sobreviviente.
VI
Nos dejó un 10 de abril
más brilla su nombre egregio
por San Francisco un colegio
hoy recuerda su perfil.
Cual encendido candil
la blanca y roja se agita
y su euforia resucita
en honor a sus virtudes
lo evocan las juventudes
de su Moquegua bendita.
 

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