En mi nocturnal ensueño
de mi fría soledad
me das instante halagüeño
de placentera bondad.

Cual milagro si lo fuera
por mi alcoba te apareces
y en  verdad que me estremeces
escuchar tu voz sincera.
Con tu aire de primavera
mi rostro luce risueño
se torna el orbe pequeño
si te acaricio entre tanto,
e hipnotizas con tu encanto
en mi nocturnal ensueño.
II
Formamos un solo ser
en un mundo de locura
y se pierde la mesura
entre besos por doquier.
Lo prohibido al nacer
recorre tu inmensidad
vibrando dulce deidad
que me embriagas con tu aliento,
me sacas en un momento
de mi fría soledad.
III
Por la mutua comunión
bebemos del alma, miel
y hasta el rubor de tu piel
le hace el bajo a tu pasión.
La mágica sensación
bajo el más cálido empeño
alejado del desdeño
el placer se hace vital,
en dulce lecho nupcial
me das instante halagüeño.
IV
Mi desbocada vertiente
forja un eco a tu suspiro
la verdad que  hasta deliro
extraviado por tu fuente.
Todo mi ser  inconsciente
hace gemir tu heredad
y ajeno a la realidad
al deleite le abre  vía,
me brindas tu compañía
de placentera bondad.
V
Realizo libremente
mis quimeras que  no digo
y sin barreras prosigo
entre el pudor de mi mente.
Mi amor en tibio torrente
inunda tu intimidad
el deseo en unidad
al grito  real lo supera.
más lo  que sueño quisiera
que dure una eternidad.
VI
Tan solo dos contra el mundo
somos en ruta verás
en ese tiempo no hay más
que gozan  cada segundo.
Confundido en lo profundo
de tu entraña complaciente
vuelvo al espacio presente
con el asombro en  mi aspecto,
al despertar sin tu afecto
siento morir lentamente.