II

Se rodea de serviles
Y al que su imagen levanta
Más si alguno desencanta
Le aplica sentencias viles.
Quien le prende sus candiles
Le da toda protección
Más su codicia y visión
No permite sutileza,
Y no atisba la pobreza
DESDE SU ALTA POSICIÓN.

III

Ya no valora el talento
Y de nada se conduele
Ya no es el hombre que vele
Bajo un puro sentimiento.
Tras monetario cimiento
Hasta a su sangre sentencia
Pues el dinero potencia
Su feraz realización,
Es que tanta explotación
LO HA LLEVADO A LA INCONSCIENCIA.

V

No es entendible el exceso
der la aparente eminencia
Conociendo la falencia
No regula justo ingreso.
Lo avala el mismo por eso
Y se la lleva consigo
Más del pueblo es enemigo
Que por avaro se envicia,
Y por saber su injusticia
MERECE DOBLE CASTIGO.

VI

Integran la cofradía
Los que a nadie le han  ganado
Pero son incrementado
El sueldo sin más valía.
Por su mezquindad vacía
Y codicia en toda acción
Enjuiciarle su misión
Y castigarle su maña,
pues gente de esa calaña
¡NO MERECE MI NACIÓN!