Al ser dulce tu presencia
ajeno al más vil quebranto
hay una áurea de inocencia
en tu mirada de encanto.
Eres el mundo soñado
tras mis constantes delirios
pues soy presa de martirios
si no te tengo a mi lado.
En mi norte desolado
por desolada querencia
eres afecto en potencia
de cuya fuente ya bebo,
que siento nacer de nuevo
al ser dulce tu presencia.
II
En el lenguaje divino
de tu imagen celestial
hay una brisa especial
que santiguas mi destino.
Le das luz a mi camino
y destierras todo llanto
alejas el desencanto
a mi ser meditabundo,
por eso voy por el mundo
ajeno al más vil quebranto.
III
Si las mías con tus manos
se juntarán un instante
dejan vibra fascinante
de sentimientos galanos.
Depara senderos llanos
tu simpática presencia
y con visible frecuencia
irradias nota solaz,
es que en tu preciosa faz
hay una áurea de inocencia.
IV
Cuando tus mejillas beso
o te abrazo con ternura
de tu ser el alma pura
prodigas un embeleso.
Avanzas feliz por eso
cubriéndome con tu manto
que da la paz entre tanto
pues lo nuestro es positivo,
que prisionero yo vivo
en tu mirada de encanto.
V
Llegas a mi soledad
como el ave al nuevo día
y tu apacible alegría
hasta borra mi orfandad.
Me das toda tu bondad
convertida en placidez
siendo el agua en mi aridez
cual la lluvia en el estío,
que le das sol a mi frío
por amable calidez.
2008-03-16
