Por quererte sin medida
Mi tiempo se hace divino
Y horizonte cristalino
Es que tu esencia convida.
Emites ruta encendida
Por el haz de tu presencia
Y mi entraña se potencia
Por tu mensaje profundo,
Y me pierdo en un segundo
EN EL BRILLO DE TU ESENCIA.

II

Del más lírico jardín
Eres pétalo y rocío
Que eliminas el estío
Embelleciendo el confín.
Irradias fulgor afín
Que muy  natural te aflora
Y tu estampa rememora
un mañana sin ocaso,
Y  forjas huella a tu paso
¡DE MUJER ENCANTADORA!

V

A tu lado eres mi  estrella
Por latente afinidad
Es que en ti no ha vanidad
Por tu imagen dulce y bella.
No das sitio a la querella
Por vital ave canora
Que la esencia rememora
En razón a mis empeños,
Y soy quien lleva tus sueños
DONDE RESIDE LA AURORA.

III

Embelleces el paraje
Con tu sonrisa sutil
Y al encender tu candil
Armonizas tu paraje.
Con tu nítido bagaje
Forjas nortes por doquier
Y con  la fuerza de ayer
Das candor al infinito,
Y cerca al cielo transito
POR LA MAGIA DE TU SER.

VI

De tu espacio de alegría
un dulce remanso emite
y tu entereza permite
una embriagante ambrosía.
Cobra altura tu valía
E infinita complacencia
Y tu grácil elocuencia
Te convierte en inmortal,
Y por tu lumbre total
ME EMBRIAGO CON TU PRESENCIA.

Alejas el sufrimiento
En mi sendero a la gloria
Y fortaleces mi euforia
Pues tu albor es mi alimento.
Activas mi sentimiento
que en mi entraña hay resplandor
Y el orbe toma color
Por la fe que resucitas,
Que en mi espíritu habitas
¡SIENDO FUENTE DEL AMOR!