Contaminar el ambiente
donde florece la vida
es atentar malamente
con la tierra prometida.
Hoy no sólo contamina
quien va tras de una riqueza
el mismo pueblo hoy empieza
y a la existencia extermina.
No tan sólo es una mina
con su relave inclemente
los residuos de la gente
determina ruta insana,
es costumbre muy galana
contaminar el ambiente.
II
Los efluvios terminales
hieren mares y los ríos
insecticidas impíos
sus efectos son mortales.
No son actos muy casuales
por la gente es concebida
al convivir se suicida
y de su sangre es verdugo,
si no es bueno poner yugo
donde florece la vida.
III
Hoy se explota a la natura
sin la mínima piedad
nada importa la ciudad
ni del valle su hermosura.
Sin presentir amargura
se le daña torpemente
interesa solamente
alcanzar un beneficio,
si lacerarlo de vicio
es atentar malamente.
IV
El avance toma vuelo
la necesidad condena
y de paso se envenena
agua, aire, fértil suelo.
Al crear el desconsuelo
su misión el hombre olvida
a su universo lapida
por ambición material,
si no hay que ser desleal
con la tierra prometida.
V
Es posible la vivencia
cuidando la ecología
al humano dar valía
con la más pura conciencia.
Amparados en la ciencia
que no exista mortandad
y viva la sociedad
sin el peso de la muerte,
si merece mejor suerte
la sutil humanidad.
V