Cuando acabe el egoísmo
al ceder la corrupción
renacerá el optimismo
generando innovación.
El afán por la riqueza
ya no fuera una obsesión
no existiría presión
para obtener la grandeza.
Si en el ser hay la realeza
nunca habría oportunismo
inclusive hasta el cinismo
se marchará de la mente,
será todo diferente
cuando acabe el egoísmo.
II
Si predomina la euforia
en lugar de la codicia
no hubiera ruta ficticia
transitando hacia la gloria.
Si muere la vanagloria
opacando a la traición
hubiera máxima opción
y toda calma se asuma,
despejándose la bruma
al ceder la corrupción.
III
El deseo de ascendencia
es del todo natural
y si no es por lo legal
carece de consistencia.
Más si luce incompetencia
se genera antagonismo
al no haber el altruismo
marcha ausente de mesura,
más si abunda la cordura
renacerá el optimismo.
IV
Si a todo saca provecho
y nada al fin se le escapa
su injusticia la socapa
no avanzando ningún trecho.
Más si no va con despecho
evita marginación
sin la cruel segregación
permite que todo vibre,
e irá el espíritu libre
generando innovación.
V
Impone el ser negativo
conociéndole su mal
y se acepta como tal
por interés colectivo.
Hay aparente pasivo
que va con alevosía
al delegar ruta impía
se opaca la sensatez
más si hubiera placidez
habrá nortes de armonía.
VI
De lo bueno o malo que hace
cada cual es muy consciente
si insistiera prepotente
la armonía se deshace.
Por eso ser quien complace
sin abrupta diferencia
y sin vana inconveniencia
no se esfume grácil calma
que si hay el amor del alma
florecerá la existencia.
2017-01-24