Lo más grande de mi vida
fuiste un día y lo serás
es que yo te amé querida
con dulce afecto verás.
Al ser pura la expresión
la que forjaste en mi ser
tu cariño por doquier
despertaba mi ilusión.
Eras mi dulce canción
para mi fe ya perdida
y tu aureola desprendida
me dio una paz que no entiendo,
hasta ahora sigues siendo
lo más grande de mi vida.
II
Como la primera vez
tu cariño presentí
y me enamoré de ti
con sincera placidez.
No fue alguna insensatez
lo mismo tu pensarás
si en mi ser por siempre vas
toda plena de emoción,
una gran adoración
fuiste un día y lo serás.
III
Hubo química total
como si te conociera
y es que por fin tan sincera
se cumplía mi ideal.
Parecías irreal
por tu euforia entretenida
cual una estrella encendida
eras el astro no visto,
en tu dicha si es que insisto
es que yo te amo querida.
IV
No desbordabas pasión
pero sé que así me amaste
y en lo poco que entregaste
lo sentí de corazón.
En tan dulce sensación
seguro pensando estás
pero yo te adoro más
pues ahora te comprendo,
más te seguiré queriendo
con dulce afecto verás.
V
Sin motivo te marchaste
y me sentí en la agonía
es que contigo vivía
con lo que tú me enseñaste.
Del todo por fin cambiaste
hasta formaste un hogar
hoy te digo sin dudar
que no sabrás de mi olvido,
pues a tu lado ha nacido
un nuevo estilo de amar.
VI
Con nadie seré feliz
a tu lado solamente
unido voy a tu fuente
sin que sufra más desliz.
Por eso tu real matiz
es mi sueño más fortuito
y hará mi amor infinito
algún milagro suceda,
esperar tan solo queda
que se haga lo que está escrito.