Al haber incompetencia
junto a la virtuosidad
llega el ser a la inconciencia
por carente humanidad.

El de real sabiduría
pero que no sobresale
por su  ofrenda no equivale
siendo fuente de ambrosía.
Si no hay rutas de valía
y solo guarda apariencia
su mentada suficiencia
se derrumba sin final,
no habiendo el sabio total
al haber la incompetencia.
II
Quien se pinta de colores
generándose  sitiales
si no vence a sus rivales
opacan sus esplendores.
Se le vienen sinsabores
y si luce vanidad
por su cruel mediocridad
termina en la insensatez,
es que existe dejadez
junto a la virtuosidad.
III
No es raro el profesional
sobre todo el sin virtud
que denota ineptitud
ante el caso terminal.
Nunca pone fe total
y derrocha consistencia
es muy frágil su insistencia
al mostrarse deslucido,
a pesar de lo aprendido
llega el ser a la inconciencia.
IV
Hay quien luce corazón
pero parece de piedra
y sube como la hiedra
muy ajeno a la razón.
Miente al fin sin compasión
honrando a su mezquindad
y sin una propiedad
con lo de otro se engrandece,
en nada se compadece
por carente humanidad.
V
Al que sufre de tristeza
o se hunde en la amargura
ni el de estudiada cultura
le da un haz de sutileza.
Cada cual con su grandeza
solo busca vastedad
pero nunca calidad
para ser la solución,
es que siempre la ambición
distorsiona la equidad.
VI
Quien herido cae al suelo
viene el indigno y lo entierra
y a masacrarlo se aferra
por ridículo su anhelo.
Le produce más desvelo
en lugar de darle pista
pero al ser antagonista
delinque sin compasión,
habiendo la tentación
hasta peca el moralista.

2016-11-10