Del trabajo, al ser el día
se invoca a la reflexión
al humano dar valía
con equidad y visión.
Al ser la fuerza imponente
que mueve a la humanidad
debe haber cabalidad
para dicha de la gente.
Sin un haz del prepotente
en base a sabiduría
desarrollar la valía
delegando complacencia,
meditándose a conciencia
del trabajo, al ser el día.
II
Hay quien sin un atributo
por nada le falta un puesto
y a pesar que no es honesto
es el dueño en absoluto.
Si no se comparte el fruto
empieza la desunión
está en su agosto el felón
así no tenga pericia,
en pos de una real justicia
se invoca a la reflexión.
III
El que sabe sus quehaceres
se pone frente al combate
siendo quien su esencia late
no cambia de menesteres.
Afina sus pareceres
ajeno a la ruta impía
y con el cambio se alía
irradiando potencial,
anhela muy imparcial
al humano dar valía.
IV
El que sabe, si no enseña
egoísta es solamente
y a diario no es elocuente
sí en no dar pauta se empeña.
Por eso se le desdeña
más si cumple su misión
trasmite real proyección
pues su meta consolida,
marchando al tener la vida
con equidad y visión.
V
Un trabajo no se oculta
ni por nada se mezquina
con el alma se origina
y el bienestar se faculta.
El éxito catapulta
emanando consistencia
más si abunda la eficiencia
simboliza calidades,
compartiendo las bondades
que se logra en la existencia.
VI
Por especial esta fecha
un llamado a la cordura
con la máxima mesura
destruir la oscura brecha.
Sí hay la masa satisfecha
es que no haya deslealtades
y en pos de más igualdades
no se acaparen funciones,
más no haya marginaciones
habiendo necesidades.
Papá Roncón Ecuador
