Nuestro Perú cumple 195 años de vida independiente y a todos nos llena de orgullo la efeméride nacional por ser de una nación con historia y tradición, de costumbres y razas que le dan colorido y profundidad al pensamiento con visión de modernidad y vistosidad al horizonte artístico. Más sin llegar a comparaciones insulsas con el ámbito exterior.
Se ha avanzado en cuanto a crecimiento y desarrollo pero se pudo acortar aún más la distancia que nos separa del bienestar general y calidad de vida. Los problemas de ayer siguen siendo los mismos que acechan al gran cambio sostenido y constante. Por eso es necesario, de una vez por todas se tome conciencia de la realidad en que vivimos. El principal problema que tenemos por la cual solo un sector progresa, mientras una mayoría agoniza lentamente es la corrupción, el egoísmo y el desmedido afán de riqueza personal. Hay quienes basado en el amiguismo e intereses creados, se dan la mano mutuamente ante el aplauso incondicional del que ve con buenos ojos la codicia de unos cuantos y que le celebra por las dádivas que recibe por su silencio. ¡Acaso los que forman su íntima cofradía son realmente intelectuales que marcan diferencia? Son uno más del montón que no le han ganado a nadie pero han encontrado en ciertos lugares de esta tierra bendita su paraíso y se favorecen ellos no más incluyendo familiares pero que no aportan nada en la ruta hacia la gloria por sus limitados atributos y porque más prima la economía propia que la solución de los problemas de la sociedad. Lo que escribo, a nadie debe de herir; ni tampoco hacerse el que no sabe porque los sucesos son evidentes. No son todos felizmente, pero existen. En realidad hay honrosas excepciones por la que hay que quitarse el sombrero. Más hay quienes hacen de la política una carrera lucrativa mediante el apoyo del voto popular. Se sabe de qué pie cojea pero salen elegidos, tal vez está por encima de todo, el fanatismo, la parcialidad desmedida e interés; que el devenir del país. Hay quienes con dineros de muy extraña procedencia, de la noche a la mañana montan un imperio económico y se dedican a actividades muy rentables y cuentan con la venia de las altas esferas gubernamentales y el beneficio es mutuo, de tal manera que nadie se queja y el que lo hace se despide para siempre. A caso no es verdad que excelentes profesionales demuestran su amor a la cultura en todos sus aspectos, pero de la boca para afuera nada más, porque sólo les interesan acciones que le llenan los bolsillos sin demora. De igual forma, abundan superdotados quienes denotan sabiduría pero tan solo son repetidores de pensamientos y vivencias distintas a la nuestra y a pesar de tanto saber solo critican ´pero son incapaces de hacer proyectos que de una vez por todas se erradique la desocupación y la pobreza extrema para siempre. Por todo lo dicho, en cada uno de nosotros está el cambio que tanto se necesita. Si se encauza la existencia humana dentro de los cánones de la moral, honradez y la equidad, tendremos la patria que tanto se necesita para estar a la misma altura de las grandes urbes mundiales. ¡UN FELIZ DÍA PERÚ!