Es la vida un escenario
De inusitados sucesos
Donde miles de embelesos
Dan un norte solidario.
Nada surge secundario
Toda da satisfacciones
Y repleta de emociones
Cada cual reluce estrella,
Y mora la infancia bella
EN EDÉNICOS RINCONES.

II

Fue cual mágico latido
Que el espíritu sublima
Un despertar en la cima
Con un lucero encendido.
Es un cósmico sentido
De profunda placidez
Donde toda exquisitez
Era horizonte de gloria,
Y hoy destella en la memoria
¡QUE DAN VIDA A LA VEJEZ!

V

Más si los años acosan
En vibrante caravana
El presente se engalana
Mientras las canas se posan.
Hermosos tiempos reposan
Con  su nostalgia a la vez
Y trasmiten  calidez
Con instantes de ambrosía,
viviendo la fantasía
DE MUY LEJANA NIÑEZ.

III

Sentirse  dueño del mundo
Ir sin más  preocupaciones
Y sin tantas condiciones
Ser dichoso en un  segundo.
Hoy del pasado fecundo
Irradia su fiel esencia
Y de su aroma hay herencia
Por luminoso candil,
Y es que la etapa infantil
MARCA UN HITO EN LA EXISTENCIA.

V

Fue el instante de inocencia
De los juegos y alegría
Del jolgorio y la ambrosía
Honrando a la providencia.
La de vasta complacencia
Sin tener complicaciones
Y al no existir las razones
De  recreo era prefacio,
Y en tan estético espacio
MORAN BELLAS EXPRESIONES.

Hoy ya muy cerca al reposo
Imposible ser un niño
Y recibir el cariño
cual un  haz maravilloso.
Surge el encanto precioso
Del paseo terrenal
Y cumpliendo un ideal
Se disfrute por doquier,
Y con la fuerza de ayer
¡LLEGAR FELIZ AL FINAL!