Por amigo de la luna
Y de nocturnos espacios
Peina los cabellos lacios
De la tiniebla oportuna.
Adorna con joya alguna
Su grácil cara patética
Y al ser de una lira hermética
Su estela admite remonte,
Y engrandece el horizonte
POR SU RÍTMICA POÉTICA.

II

Su ofrenda es perenne lumbre
En el ocaso del ser
Y dibuja por doquier
El camino hacia la cumbre.
Hace que aureolas vislumbre
En el humano sincero
Y en el verano de enero
No existan las horas mustias,
Y es que en las noches de angustias
MARTÍN ADÁN ES LUCERO.

V

Coge un haz del firmamento
Y despeja soledades
más florece inmensidades
En el surco más sediento.
Pare una rosa el talento
Con brillo imperecedero
Y se abre en par el sendero
Por su mística vertiente,
Y surge su voz candente
COMO UN TRINO EN AGUACERO.

III

Busca en la nada un motivo
Para entender su quimera
Y ansía en la primavera
Más espacio positivo.
Si venero creativo
Le da vida al universo
Y en panorama disperso
La hiel ajena resiste,
Y quiebra el ámbito triste
CON LA MAGIA DE SU VERSO.

VI

Por un haz de su energía
Su voz  cubre el orbe extenso
Y bajo  aroma de incienso
Nace un eco todo el día.
Forja senda a su armonía
En  un  mensaje sin métrica
 más con imagen simétrica
En la inercia halla donaire,
Y deja rastro en el aire
POR EMERGER DE LA ESTÉTICA.

Con su aporte deslumbrante
 deshace  el añil que asoma
y con  Incienso da aroma
al oasis fascinante.
Por eterno caminante
Abre edenes de cultura
Y trasmite esencia pura
Con el más íntimo anhelo,
 Y estrellas pinta en el cielo
¡CON SU PINCEL DE TERNURA!