Por tu aureola deslumbrante
y optimismo juvenil
me energiza tu perfil
bajo un orbe fascinante.
Me das tu luna radiante
sin estela lapidaria
y en mi senda tan precaria
despiertas un sentimiento,
y a mis pasos das aliento
EN MI RUTA SOLITARIA.

II

En tu grácil apariencia
no hay en ti nada especial
pero en tu alma divinal
hay la más pura conciencia.
Derrochas tu complacencia
bajo un aureola infinita
y tu voz al ave imita
convirtiéndose en canción,
Y es que tú eres la razón
¡CON LA QUE MI ALMA SE AGITA!

V

Eres el agua en mi estío
fina lluvia en mi desierto
ave que trina en el huerto
e ilusión al ir vacío.
Eres fiel brisa en mi hastío
verso en paz que se recita
soledad de quien medita
compañía en mi aura ausente,
y es que tú eres el presente
DONDE EL RECUERDO DORMITA.

III

Decir que puedo quererte
afirmarlo no me atrevo
que mi plegaria la elevo
y decida DIOS mi suerte.
Sólo sé que anhelo verte
como  nunca se haya visto
y a creerlo me resisto
que no sabría explicarte,
más deja solo mirarte
PARA SABER QUE AÚN EXISTO.

VI

Sabiendo que estás muy lejos
yo te nombro en mi delirio
y acrecienta mi martirio
al no sentir tus reflejos.
En mis espacios añejos
no hay tu imagen necesaria
y es que al ser cual pasionaria
tu silueta me deslumbra,
y ante mi eterna penumbra
ERES MI LUZ SOLIDARIA.

Lo que  depare el destino
su designio aceptaré
más a tu lado  estaré
y hacer mío tu camino.
En tu rumbo cristalino
compartiré mi vivencia
y recibir como herencia
tu afecto  que me conquista,
Que si te pierdo de vista
¡NO HAY UN NORTE EN MI EXISTENCIA!