Al ser mi amor puro y santo
sin ser mutuo de tu parte
por ser lírico tu encanto
solo en sueños puedo amarte.
Me enamoré de tu esencia
igual que un adolescente
con un sentido inocente
que brotó de mi conciencia.
Fue magnífica vivencia
sin los aires de un quebranto
y con el más níveo manto
a placer le puse un nombre,
mostrándome todo un hombre
al ser mi amor puro y santo.
II
Me moría de pasión
ante aparente frialdad
que con amplia libertad
no hubo tal adoración.
Embrujaba tu emoción
con deseos de estrecharte
y con el alma abrazarte
por ser justo y necesario,
te daba cariño a diario
sin ser mutuo de tu parte.
III
No había más emoción
que encontrarnos un momento
prodigarnos dulce aliento
en íntima relación.
Era la perfecta unión
sin una riña ni llanto
sólo esperanza entre tanto
y tu mágica dulzura,
me embriagaba tu hermosura
por ser lírico tu encanto.
IV
Tu pronta separación
me dio un ejemplo verás
todo es un tiempo no más
y queda resignación.
Al terminarse la unión
donde nada se comparte
sólo queda recordarte
rememorando el ayer,
es que en verdad por doquier
solo en sueños puedo amarte.
V
Hasta la más bella historia
también el final le llega
el dolor mi ser delega
que se marchita la euforia.
Hay silente vanagloria
al compás de mis desvelos
y sin mínimos consuelos
mi mejilla no hay quien bese,
más si el pasado volviese
se consuman mis anhelos.
VI
El inolvidable instante
yo pensé sería eterno
y que todo era fraterno
por tu carisma fragante.
A tu sonrisa fragante
me acostumbraste mujer
y por inmenso placer
no imaginé el cruel estío,
más que regreses ansío
que tu dicha está en mi ser.
2015-07-18