Por soñar que seas mía
Y adorarte con pasión
Te entregué mi corazón
Y la más dulce ambrosía.
Tu afecto me dio la vía
Cuando pude conocerte
Hoy por eso al ya no verte
El mundo se me ha acabado,
Y al estar enamorado
SUFRÍ TANTO POR QUERERTE.

II

Por tu carisma divino
De mis ojos eras lumbre
Y me brindaba la cumbre
Tu horizonte cristalino.
Hoy por eso sin camino
Sólo me nace estupor
Y es que sin ti bella flor
Mi padecer se hace eterno,
Que elegiría el infierno
¡A LA FALTA DE TU AMOR!

V

Al ser parte de mi fuente
Grabada quedaste en mi
Que no puedo estar sin ti
Pues mi espíritu te siente.
De ti camino pendiente
Pues extraño tu candor
Es que le dabas color
A mi entraña por doquier,
que no hay más llanto en el ser
QUE AL VER LA CARA AL DOLOR.

III

Esa luz que un día fuiste
Se apagó en mi firmamento
Y originaste un lamento
Que jamás lo comprendiste.
El cariño que perdiste
Y que nunca forjó nido
Sin duda que se ha perdido
A pesar de su realeza,
Pues no existe más tristeza
QUE NO SER CORRESPONDIDO.

VI

Como sutil energía
Era parte de tu encanto
Y  borrabas mi quebranto
Con tu mágica ambrosía.
Yo te amaba noche y día
Que mi entraña se hizo fuerte
Y al dejar de ser inerte
Supe de tu calidad,
Y antes que mi soledad
PREFERIRÍA LA MUERTE.

Hoy la nostalgia lacera
Ante el idilio que ha muerto
Y deambulo en un desierto
pues ya no estás a mi vera.
Por ser mujer verdadera
Me heredas melancolía
Y mi aura al tornarse fría
mi esencia se vuelve mustia
Que se el color de la angustia
¡POR SU ETERNA COMPAÑÍA!