En la quietud infinita
de las ansias de tu amor
tu candor no se marchita
al ser tu aroma de flor.
Por la orfandad que me acosa
mi tiempo se hace imposible
tu afecto tan increíble
daba luz maravillosa.
Hoy en silencio reposa
y mi ser poco se agita
más soy quien te necesita
esa es la pura verdad,
es que tú eres mi deidad
en la quietud infinita.
II
Mi crónica soledad
por tanto avanzar conmigo
tras mi aurora es un testigo
porque sabe mi verdad.
Que sufro mi realidad
al no tener tu candor
y es que sin tu resplandor
voy con paso decadente,
camino muy dependiente
de las ansias de tu amor.
III
En mi alma estás muy latente
por haz imperecedero
y por tanto es que te espero
con mi cariño en torrente.
Eres de abrigo una fuente
que mi entraña resucita
tu historia por nunca escrita
me da bellas sensaciones,
entre mi orbe de ilusiones
tu candor no se marchita.
IV
Por todo, mujer te quiero
como nunca amé en la vida
eres mi estrella encendida
que por ti me desespero.
Sin tu presencia me muero
es que me das tu furor
y al no tener tu fervor
la pena ahoga mi euforia,
estas fija en mi memoria
al ser tu aroma de flor.
V
Eres la reina especial
que mueve a mi corazón
al gozar de sin razón
eres joya sideral.
Me das fuerza espiritual
cual luminoso candil
y por tu grato perfil
no hay igual por donde anduve,
por ser lo que nunca tuve
irradias lumbre sutil.
VI
Tu figura angelical
y el albor de tu belleza
te dan muy grácil realeza
en entorno divinal.
Eres de encanto real
por eso aprendí a amarte
más muy poco pude darte
a pesar de mucho empeño,
que en la distancia te sueño
al no poder olvidarte.
2015-06-16