El que logra sus honores
Tan sólo por el estudio
Es el máximo preludio
Para nuevos resplandores.
Si no motiva esplendores
Hacia nortes cristalinos
Son muy débiles sus trinos
Que se pierden tras las horas,
Si debe encender auroras
QUIEN RELUCE PERGAMINOS.

II

Sin ser dueño de una historia
Se empeña en voluble corte
Más deslucido es su porte
Que se le seca su noria.
Por su oscura vanagloria
No desearle competencia
Y al aumentar la incidencia
No resulta solidario,
Y si no da un corolario
ES POR FALTA DE CONCIENCIA!

V

Si no es actor del combate
Quien muestra logrado trono
Tan sólo propicia encono
Por ser continuo dislate.
Si es que la duda lo abate
Es por vasta ineficiencia
Y no trasmite sapiencia
Por su venero infecundo,
Y transita por el mundo
SIN MARCAR LA DIFERENCIA.

III

Es tan sólo una eminencia
Entre los de igual calaña
Pero a diario va que daña
Y denota diferencia.
No trasluce consistencia
Le falta un haz de razón
Y al no tener corazón
No genera ningún norte,
Y se hace nulo su aporte
AJENO A LA INNOVACIÓN.

VI

Sabiduría aparenta
El apagado lucero
Y en lugar de ser primero
De la nada se violenta.
Se le tiene sólo en cuenta
Si se pierden los caminos
Y muy junto a desatinos
Sus delirios los evitan,
Y sus lauros se marchitan
SI NO DA ALBORES GENUINOS.

Es un sabio sin cartel
Por su ego desbordante
Y sin ruta apasionante
Luce el mal a flor de piel.
Es la espina del vergel
Sin destello terrenal
Y sin proyección social,
Forja ruta sin sentido
Y al genio manda al olvido
¡POR SU INERCIA INTELECTUAL!