Cuando dejo a mi alma que hable
Entre notas de armonía
Me embriago de poesía
¡EN TERTULIA INCOMPARABLE!
En mi fuente divinal
Donde se forja el encanto
En vez de lágrima y llanto
Hay arpegio espiritual.
Del gran cosmos sideral
Por su fuerza incomparable
Corta el silencio incansable
Y mi trova coge vuelo,
E irradia un canto del cielo
CUANDO DEJO A MI ALMA QUE HABLE.
II
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Soy no más que un solo ser
Más el vate vive en mi
Eso yo lo presentí
Y me produjo placer.
Es cual fuego por doquier
Que me convierte inflamable
Y a mí ofrenda torna estable
Con aires de competencia,
Elevando a mi elocuencia
¡EN TERTULIA INCOMPARABLE!
V
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Es un venero silente
Que se origina en la tierra
Y a mis entrañas se aferra
Con sinfónico torrente.
Me da bríos tal vertiente
Y a mí innata algarabía
Lo transforma en fe bravía
Con música celestial,
y surge un verbo inmortal
ENTRE NOTAS DE ARMONÍA.
III
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Yo no sé si es atributo
O maldición inhumana
Las cosa es que soberana
Es un don en absoluto
Surge firme y resoluto
De máxima creación
Y por noble inspiración
Sendas hace cristalinas,
que hasta nereidas y ondinas
ME SIRVEN DE INSPIRACIÓN.
VI
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Tiene de vida y de muerte
De fiel dicha y cruel dolor
Más hay el talento en flor
Que mi afán en luz convierte
Hace que mi albor despierte
En palpitante alegría
Y luce aureola bravía
Si que se trata de ensueño,
Por tanto desde pequeño
ME EMBRIAGO DE POESÍA.
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Soy el poeta que aflora
Cuando menos se le piensa
Y en su parte más extensa
La dicha plena atesora.
Desde que raya la aurora
Por raíces ancestrales
Sin los daños ambientales
Forja la huella de un norte
Que el verbo puro es aporte
¡HACIA MUNDOS DIVINALES!
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2014-11-21
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