El suelo por celestial
Da la mies en grata ofrenda
Y el manjar el hambre enmienda
En instante sin igual.
Brinda el fruto celestial
Que a toda esencia motiva
Y la euforia se reactiva
Con los insumos innatos,
Y da en ofrenda sin tratos
LA TIERRA POR AFECTIVA.

II

Para el gusto sibarita
Abunda en cada estación
Y se prueba la ración
Que el afecto resucita.
El antojo presto quita
Y en las mesas surgen ritos
Y  calman los  apetitos
Con los más ricos olores
Y ofrenda miles sabores
¡TRAS PROCESOS INFINITOS!

V

El ser humano dedica
Su tiempo  de varias formas
Y hasta genera las normas
Que producción certifica.
Tal espacio fe indica
Desterrando hasta los mitos
Y sin procesos fortuitos
Apuntan al esplendor,
Y tras una ardua labor
DA SUS FRUTOS EXQUISITOS.

III

Contribuye a la salud
El anhelado nutriente
Y es que el planeta es la  fuente
de placentera virtud.
Desarrolla la aptitud
dando al cuerpo consistencia
Y da energía a la esencia
Cimentando  el buen talento,
y propicia el alimento
NECESARIO EN LA EXISTENCIA.

VI

El surco tan generoso
Tiene toda variedad
Y cubre necesidad
Por un norte esplendoroso.
Da un sendero majestuoso
Por su esencia positiva
Y la grandeza  reactiva
Bajo un cielo cristalino,
Y es todo un  acto divino
CUANDO EL HOMBRE LA CULTIVA.

En los orbes terrenales
Hay  variedades distintas
Que luciendo varias pintas
La requieren los mortales.
Por eso los comensales
Agradecen la bondad
la  creación de verdad
Que eterniza noria extensa,
Al ser el mundo  despensa
¡DE TODA LA HUMANIDAD!