A dar vida como el sol
Hay quien dedica su años
Más sin designios extraños
Se le opaca su arrebol.
Ya muy lejos de su rol
Sólo el silencio se traga
Y como siempre se  agrava
La derrota hace que muerda,
Y ya no se le recuerda
CUANDO  UNA ESTRELLA SE APAGA.

                            II

Si está vivo el fiel artista
no le faltan compromisos
y le sobran los sumisos
Con afán protagonista.
Más después de la conquista
Al llegar la muerte aciaga
Su emoción no se propaga
Y de cariño adolece,
Es que una vez que fallece
YA NO ABUNDA QUIEN  HALAGA.

Duradera no es la  altura
Es efímera la gloria
Y luego pasa a la historia
Con toda su galanura.
El olvido se apertura
Al no haber la complacencia
Y ante grácil competencia
Queda el alma adolorida,
Y les llega la partida
POR SER LEY DE LA EXISTENCIA.

Todo tiene su final
Y el elogio toca el suelo
Y más queda el desconsuelo
En tan virtuoso mortal.
El atributo especial
Va perdiendo su eficiencia
Los días dan la sentencia
Y resignación provocan
Y son pocos que lo evocan
¡ANTE IRREMEDIABLE AUSENCIA!