Es cual manojo de flores
Lo que cubre tu cabeza
Y te prodiga realeza
Por brindarte mil candores
Emana sus resplandores
Por su brillo fascinante
Y al alegrar tu semblante
Es cual noria de sosiego,
Y a tu porte le da fuego
POR FRONDOSA Y CAUTIVANTE.

II

Cuando lo tengo en mis manos
Al sentirlo tan  sedosa
Me da sutileza hermosa
De horizontes soberanos.
Al notarlos tan galanos
Me da espacio a que te cele
pero deja que revele
tu figura tan afín,
Y es cual lirico jardín
¡QUE DEJA SU AROMA VUELE!

V

Son pétalos color noche
De penumbra encantadora
Que mi entraña lo atesora
Y de ensueño hace derroche.
A la pena pone un broche
Y a la tristeza repele
Y me provoca que anhele
Acariciarlo primero,
Y al ser  mágico venero
TU CABELLO A PRADO HUELE.

III

Acariciarlo es un rito
De romántica emoción
Que despierta la pasión
Más allá del infinito.
Es un paisaje inaudito
Que tocarlo es un  placer
Como un  grato atardecer
En horizonte perfecto
que al peinarlo es un concierto
CON MELODÍAS DE AYER.

VI

Es del bosque su frescura
En instante matinal
Que destella luz vital
Al compás de tu dulzura.
Es la madrugada oscura
de fervor despampanante
Y al ser de imagen vibrante
Te da mítico perfil,
Y por su aroma sutil
ES CUAL OASIS FRAGANTE.

Por extrañar a tu pelo
De grácil fascinación
Ante fiel admiración
Es como tocar el cielo.
Me produce hasta desvelo
Si en mi delirio aparece
Y jamás se desvanece
Porque sin  duda seduce,
Y al ser quien su albor  reluce
¡HASTA MI ALMA SE ENTERNECE!