Una gracia concedida
Es haberte conocido
Al mirarte he comprendido
Que hay mucho más en la vida.
Eres estrella encendida
En un cielo iluminado
Un firmamento soñado
Bajo perfume de flor,
Por eso anhelo un favor
OH SEÑOR INMACULADO.

                              II

Cuando de pronto apareces
Me trasportas a otro  mundo
por tu espíritu fecundo
A mi entraña la estremeces.
Mis delirios desvaneces
Cual si fuera consolado
Y de tu afecto prendado
Hablamos de nuestras cosas,
y das rutas primorosas
CUANDO ME ENCUENTRO A TU LADO.

                                  IV

La tibieza de tus manos
El ondear de tus cabellos
Irradian gratos destellos
de candores soberanos.
hay horizontes galanos
en tu mirada sincera
por eso  la primavera
delegas a mi orfandad,
y aparte de tu bondad
UN MILAGRO YO QUISIERA.

Si es que muy juntos estamos
Ansío entre mil auroras
Los minutos sean horas
Por lo bien que nos llevamos.
Si en la calle caminamos
Que el día no trascurriera
Y despejar la quimera
De un mañana comprensible,
Y por creer lo imposible
¡QUE EL TIEMPO SE DETUVIERA!