Aparte de rica fruta
Brinda sombra verdadera
Y al convertirse en madera
Ofrenda vida absoluta.
Que no exista quien refuta
Al que intenta preservarlo
Al contrario hay que apoyarlo
Si arboriza con pasión,
Y al ser del barrio, pulmón
LOS ÁRBOLES HAY QUE AMARLO.           

                             II

Le dan forma a la vivienda
En paredes, piso o techo
Por qué dejarlo maltrecho
Si da abrigo en toda senda.
El que bien no lo comprenda
Tendría que meditarlo
Si la acción de conservarlo
Con la tierra al ser enlaza,
Y si es que otro lo reemplaza
SOLAMENTE HAY QUE TALARLO.

                        IV

Muchos son medicinales
Curan toda enfermedad
Ofrecen salubridad
Por sus fuerzas naturales.
Sanan infinitos males
Que el hombre queda perplejo
Es por tanto buen consejo
El defender  su existencia,
Y se apoye su vivencia.
POR SER UN VERDE REFLEJO.

Unos dan hermosas flores
Todos brindan más salud
Y por bello en plenitud
Da genuinos resplandores.
Perfuman gratos albores
Siendo aún su aspecto añejo
Para el hombre es un espejo
Por su mismo postulado,
Más que sea utilizado
¡CUANDO SE MUERA DE VIEJO!