Cuando tu ausencia más siento
solo queda recordarte
evoco el dulce momento
en que pude acariciarte.
Estar juntos noche y día
cuanto anhelo con el alma
sólo tu me das la calma
por ser fuente de alegría.
Al ser tierna melodía
adornada de talento
sin ningún impedimento
quiero adorar tu hermosura,
rememoro tu figura
cuando tu ausencia más siento.
II
Me aburre la soledad
al alejarte en la noche
ya no puedo hacer derroche
de tener felicidad.
Me consume la orfandad
si no puedo acompañarte
y al no poder conversarte
el silencio es vil condena,
para no morir de pena
solo queda recordarte.
III
Ser el dueño cuanto ansío
de tus secretos encantos
y muy lejos de quebrantos
meditar que todo es mío.
Por eso sin un vacío
dame tu consentimiento
y ofrendarte un fiel aliento
de placidez a tu esencia,
extrañando tu presencia
evoco el dulce momento.
IV
Los minutos que nos vemos
e instantes en que hablamos
la forma en que nos miramos
motiva que nos amemos.
Bastante nos comprendemos
más no puedo ni arrullarte
como quisiera besarte
y el cielo sea testigo,
por eso la hora bendigo
en que pude acariciarte.
V
Se acabará mi dolor
si placer yo pueda darte
y piel a piel estrecharte
por la confíanza en tu amor.
Cuando otorgues tal candor
de tu espíritu fecundo
a nuestro afecto profundo
no dañará el vil prejuicio,
te amaré según mi juicio
así nos censure el mundo.