Por ser dulce tu mirada
eres dama sin igual
das a mi esencia encantada
un amor espiritual.
Con tu euforia juvenil
le das vida a mi delirio
y hasta se borra el martirio
de mi añejo cielo añil.
Das tu carisma sutil
más que la luna plateada
al ser la joya perlada
de valor inigualable,
siendo más que inalcanzable
por ser dulce tu mirada
II
Por sublime tu presencia
me contenta el contemplarte
y siento que al abrazarte
se realiza mi existencia.
Es tan lírica tu esencia
que irradias luz divinal
y hasta se vuelve inmortal
tu voz hecha melodía,
al ser fuente de armonía
eres dama sin igual.
III
Cuando inunda mi camino
fiel silueta angelical
no te veo como tal
sino un ángel cristalino.
Tu risa es mágico trino
casi un eco en la cascada
o el arrullo en madrugada
de las aves en el prado,
que un grácil sosiego ansiado
das a mi esencia encantada
IV
Un par de claveles rojos
son tus labios entreabiertos
y cual lumbre conciertos
luce el brillo de tus ojos.
Si pudiera estar de hinojos
a tu paso de cristal
mi cariño en especial
no dudaría en brindarte,
es que vivo para darte
un amor espiritual.
V
Como quisiera en tu piel
fundir el fuego de mi alma
dándote precisa calma
más furor a tu vergel.
Con el afecto más fiel
te daría mi canción
y encerrara tu emoción
en la prisión de mi verso,
pues me das un universo
al brindarme inspiración.