Hay el ser que todo imita
O se copia de otra acción
Y así finge posición
Más honda  duda concita.
Su falsedad inaudita
Que tan sólo arranca penas
Por sus obras nada buenas
Le desnudan su mal paso,
Y va directo al fracaso
QUIEN NO ROMPE LAS CADENAS.
                               II

El que tan sólo vegeta
A la sombra del poder
No es conciente de su ayer
Ni  así mismo se respeta
Por su postura obsoleta.
No es dueño de su aptitud
Y llega a la senectud
Y se le opaca su fuego
 y no da luz desde luego
POR SU FALTA DE VIRTUD.

                        V

Quien no tiene iniciativa
No hace nada por su cuenta
Y su estampa representa
Ser carente de inventiva.
Su actuación tan negativa
Es fulgor de ineptitud
Y en honor a su quietud
No es por nada emprendedor,
Y se convierte en autor
DE SU PROPIA ESCLAVITUD.

                                  IV

De su pueblo, la costumbre
Por lo de afuera se olvida
Y lo extraño consolida
Porque lo acerca a la cumbre.
Si supiera que hay más lumbre
Y simboliza sapiencia
Los que nos viene de herencia
 da un camino trascendente.
Por lo que no es conveniente
NO GOZAR DE INDEPENDENCIA.

                            VI

Hay quien detesta una raza
Y colores de la piel
Y hasta el idioma de aquel
O la creencia  que abraza.
Con lo moderno se enlaza
Y lo nuestro mira apenas
Mas lo de  otro a manos llenas
Se apropia sin más temor,
Y al no ser emprendedor
SUFRIRÁ DE MIL CONDENAS.

Hay quien vive a su manera
Muy pendiente de la moda
Y conciente para en toda
Hasta de ropa extranjera.
Por lo foráneo se esmera
Y por su nimia identidad
No luce peruanidad
Tan sólo falso sustento,
Si sólo el conocimiento
¡DA SINCERA LIBERTAD!