Cuando quererte  sentía
me negaste tu candor
Y ni a mi intenso furor
Le otorgaste real valía.
Más mi afecto  que fluía
Jamás se volvió de seda
Y trataste que suceda
Mi fragante soledad,
Que a  mi fortuita orfandad
SOPORTAR NO SE SI  PUEDA.

                          II

Por tu cambio de opinión
Y el nacer de tu frialdad
Mi fogosa intimidad
 Supo  la desolación.
Ni mi leal explicación
o la razón que interceda
no logró  se me conceda
Un arrullo ante mi encono,
Y es por eso en mi abandono
QUE SUFRIR NO MÁS ME QUEDA.

                         IV

Mi cariño no aceptaste
Pero si hubo afinidad
Y con tu fina bondad
A mi ser lo deslumbraste.
En tu celda me encerraste
Más emprendiste la huida
Y quedó mi fe perdida
Añorando tu fiel tino,
Y ha truncado mi camino
EL DOLOR DE TU PARTIDA.

Por  tan cruel alejamiento
Nunca supe la verdad
Más parece en realidad
Que hubo un cruel presentimiento.
Aquel enfurecimiento
No sería bienvenida
Y la voz que dilapida
Brindaría acusación,
Que ya no tendré  ilusión
¡POR EL RESTO DE MI VIDA!