Sobre tus olas navego
en los mares de tu piel
te doy el cálido fuego
de mi fuente de amor fiel.
Cuando estoy lejos de ti
sólo busco estar contigo
es lo que a diario persigo
desde que te conocí.
No sé porque es todo así
a razonar nunca llego
me da tu alma un dulce apego
que en mis sueños es la base,
cual si el mundo acabase
sobre tus olas navego.
II
El deseo me traslada
a parajes de locura
es que el don de tu hermosura
me da una ruta soñada.
Eres la diosa anhelada
cual quimera de un doncel
que de potros un tropel
por mi sangre surge extenso,
pues vivo un deleite inmenso
en los mares de tu piel.
III
Cuando me subo embriagado
sobre grupa del placer
me brindas bella mujer
un paraíso embrujado.
A tu lenguaje encantado
mi excitante prosa entrego
y tus entrañas aniego
con mis sensuales vertientes,
de mis norias tan ardientes
te doy mi cálido fuego.
IV
Cuando a mi lado te siento
me trasportas a otro mundo
y hasta el goce más profundo
despiertas en mi al momento.
Más suave estremecimiento
cual desbocado corcel
comparto mi dulce miel
a tu esencia cristalina,
bebiendo el agua divina
de mi fuente de amor fiel.
V
De tu sumo espiritual
a diario vivo pendiente
y en tu mágico torrente
quiero vivir sin final.
Amo el delirio total
de nosotros confundidos
ante el éxtasis unidos
olvidando al orbe entero,
que morir a ratos quiero
al compás de tus gemidos.