La mujer por ser divina Se merece un bello altar Al ser ave que fiel trina ¡CON AFECTO SINGULAR!
No hay algún ser en el mundo De perfecta dimensión Que refleje perfección Por su cariño profundo. Es un reflejo fecundo De cual reina que camina Su carisma determina Ser una diosa en la tierra, A al existir más se aferra LA MUJER POR SER DIVINA.
II
Demuestra serenidad Ante la angustia apremiante Y se luce fascinante Con inmensa propiedad. Es remanso de equidad Que el horizonte domina El alma entera la afina Con su voz encantadora, Cuando comienza la aurora ¡AL SER AVE QUE FIEL TRINA!
IV
Es cual fuente de ternura Con un paisaje de encanto Aunque sufra algún quebranto No se opaca su hermosura. Luce eterna su frescura Y paciencia a no dudar Su alegría es sin cesar Que al espíritu alimenta, Y por lo que representa SE MERECE UN BELLO ALTAR.
Brinda imagen adorable A través de su mirada Es una dama encantada De sentimiento confiable. Su pensamiento elogiable Es inmenso como el mar Y ofrenda aliento sin par Con un mágico destello, que en la tierra es lo más bello CON AFECTO SINGULAR.
V
La mujer por celestial Se merece una canción O tal vez recitación Por su aureola angelical. Por su estrella sin igual Y subyugante presencia Le da al alma como herencia Un futuro consagrado, Al ser el ángel sagrado ¡QUE DA LUZ A LA EXISTENCIA!